Cartel de la actividad PEPEPÉREZ
- MIÉRCOLES 19 DE MARZO: Proyección de la película TEMBLORES Y ESTUPOR, basa en el libro del mismo título de Amelie Nothomb. Hora: 17,30 en el Viejo Faro.
VALORACIÓN DE LAS LECTURAS (Excelente, Bueno, aburrido o inadecuado, Malo o desaconsejable
Y COMENTARIOS por parte de los componentes del Club
1) ADIOS, CORDERA.- Valoración : Excelente
2) LA BUSCA .- Valoración: bueno
3) LA TÍA TULA.- Valoración: Excelente
4) LA LETRA ESCARLATA. Valoración : Bueno
5) EL TEATRO DE LA MEMORIA: Valoración : Bueno
6) AJUAR FUNERARIO: Buen o
7) ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO: Bueno
8) LA ARAÑA NEGRA: Bueno
9) EL DESENCUENTRO: Aburrido
10) LA ASESINA: Excelente
11) LADY SUSAN: Bueno
12) IRSE DE CASA: Excelente
12) Lo bello y lo triste: Excelente
13) LO QUE ME QUEDA POR VIVIR:
14) LA CONCIENCIA DE ZENO:
COMENTARIOS DE LOS LIBROS REALIZADOS POR LOS COMPONENTES DEL CLUB DE LECTURA
LA BUSCA
Es una galería de retratos propios de la
pintura negra, expresionista de Goya sobre la bajada a los infiernos en los
suburbios de Madrid. Sus personajes se mueven en un mundo sórdido, mísero. La
trilogía a la que pertenece esta novela se tituló “la lucha por la vida” o por
la sobrevivencia. En esta pintura negra no faltan pinceladas cargadas de ironía
y humor negro que traslucen nítidamente el escepticismo político y social del
autor como el capítulo dedicado a “la regeneración del calzado”: “Al
historiógrafo del porvenir…no le asombrará que esa idea, que empezó por querer
reformar y regenerar la Constitución y la raza española, concluyera en la
muestra de una tienda de un rincón de los barrios bajos, en donde lo único que
se hacía era reformar y regenerar el calzado”. Estas pinturas negras de los
personajes alternan y confluyen con descripciones del paisaje urbano y del
campestre torvo y frío de los alrededores de Madrid. La trayectoria de la vida
de Manuel, el protagonista, desde su despedida del pueblo y su estancia en
Madrid marca una degradación de trabajos cada vez más míseros hasta llegar a la
frontera de la delincuencia. Del oscuro túnel de su vida surge una luz lejana
de esperanza y fe en la posible mejora de la naturaleza humana: “Comprendía que
eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas que no
llegaban ni un momento a encontrarse. Para los unos, el placer el vicio, y la
noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él
debía de ser de éstos, de los que trabajan al sol, no de los que buscan placer
en la sombra”.
Novela de la más auténtica cepa picaresca ya iniciada en el Lazarillo de
Tormes,”Rinconete y Cortadillo”de Cervantes, “el buscón” de Quevedo, Perez
Galdós; “Misericordia”, Valle Inclán “La corte de los milagros”. Manuel, el
protagonista es un pícaro bueno. Presenta una sociedad marginada por la
miseria, la crónica de los suburbios de Madrid, tratada de una forma
surrealista intencionadamente exagerada. Retratos picasianos: “Tenía un perfil
con dos ojos de frente”. La descripción de “la corrala”, “gente de mal vivir”,
es un mosaico de la diversidad de familias que en ella viven. Trata temas
totalmente actuales como el rechazo de la fiesta taurina, el reciclaje de
residuos defendida por el trapero. Una novela tan vieja como moderna, universal.
Componentes del Club de Lectura. Octubre 2013.
LA TÍA TULA
TEMA: EL PODER
-
Sobre sí misma,
sometiendo la propia naturaleza. Sublimando el deseo en altruísmo místico.
(p.135: el biberón como rito eucarístico).
-
Sobre los demás,
controlando las vidas ajenas mediante:
El ascendiente: Rosa y los niños.
La vulnerabilidad: Ramiro y su deseo.
El estatus: Manuela (p. 124: “… y murió como había vivido, como una res sumisa, más bien como un enser”)
PROTAGONISTA: TULA
(o “haz lo que digo pero no lo que hago”)
Personaje poderoso
e interesante que aplica un doble rasero en lo social y lo personal.
LO SOCIAL Asocial: Vive al margen de las convenciones sociales.
No se casa, vive con un viudo.
Pero
empuja a Rosa a casarse y procrear aún a
costa de su propia vida.
LO PRIVADO Dominatrix:
Trata con sadismo a Ramiro, pero recrimina a Rosa cuando al principio se hace
de rogar, y la conmina a cuidar de su marido (lo mismo que a Manuela).
EL PODER DE TULA
Tiene al menos tres
pilares:
FÍSICO Tula
es una persona atractiva, agraciada. Conocemos tres pretendientes a lo largo de
la novela (p. 50 y p. 120).
MORAL Posee
una autoridad natural que emana de sus convicciones y la severidad de su
conducta. Su ascetismo y su castidad le confieren una pátina de vestal pura y
perfecta por encima de las debilidades mundanas
(p.136: “….su pasión morbosa por
la pureza, de que procedía su culto
místico a la limpieza..”). Autoconsciente, disciplinada y dueña de sí
misma: superior.
ECONÓMICO Tiene
una renta holgada que le permite el lujo de rechazar, con cinco niños a su
cargo, la seguridad económica ofrecida
por el médico (p.52 “… disfrutaba de un
pequeño patrimonio..”).
Todo lo cual le permite afirmarse y ser independiente
frente a otros poderes representados por los personajes masculinos:
PODER ECLESIÁSTICO Su tío, el cura confesor
(p.129 “…religión de hombres…”.
PODER ECONÓMICO
Y
SOCIAL El médico (p.
128-129).
PODER PATRIARCAL Ramiro (p.129).
Poderes tradicionalmente lesivos para las mujeres,
cuyo objeto ha sido someter a la mayoría de la población a través de la
ignorancia, la culpa, el miedo y la invisibilidad.
EL AUTOR: Pese
a la aparente comprensión de la dimensión ética y la singularidad moral del
personaje, lo cierto es que para el conservador Unamuno el atrevimiento de la
protagonista, siendo ella misma e imponiendo su visión de las cosas, es la
causa del sufrimiento de otros: Rosa, obligada a ser esposa y madre; Ramiro, casado por dos veces
con personas que no desea; Manuela, empujada a un matrimonio de conveniencia y
una maternidad que le cuesta la vida. De modo que, veladamente, a Tula se le
imputan tres muertes: Rosa, Manuela y Ramiro.
También sufre la protagonista, por una conducta que
Unamuno no deja de sancionar poniendo en evidencia sus dudas y contradicciones
a lo largo de la novela (p.121 “..acaso he tenido una idea inhumana de la
virtud”). Y muy especialmente en el
arrepentimiento final, “mea culpa” a
modo de moraleja aleccionadora (p.156 “…es lo último que os digo, no tengáis
miedo a la podredumbre…….rogad por mí, y que la Vígen me perdone”.)
¿POR QUÉ LA MATERNIDAD NO ES EL TEMA?
Si la maternidad le interesara la habría podido
satisfacer con Ramiro o Ricardo, pero no es su prioridad, porque a pesar de su
insistencia en ser llamada así, ella no es
madre sino tutora, una guía pedagógica y moral.
Tula rechaza los aspectos biológicos de la maternidad.
Aborrece la sangre, los vómitos. Sólo le interesa la educación, la parte
creativa de la misma, a través de la manipulación de la conciencia emergente,
pues lo que quiere es formar personas según sus criterios, y lo consigue
plenamente post-mortem, en la transformación de la delicada Manolita en un
alter ego de la tía, una nueva matrona heredera de su ojos, sus pensamientos e
incluso sus expresiones (p. 143 “ … al
menos le he enseñado a mirar”).
ESTILO
La novela se lee con facilidad gracias al lenguaje
llano y el dinamismo de los diálogos. Hay buenas descripciones de los
personajes, especialmente con Tula el autor hace un gran trabajo ofreciendo muchos
datos de su complejidad psicológica y
dotando a su creación de entidad
suficiente para convertirla en un arquetipo. Fundamental el capítulo XVII para
conocer a fondo las ideas de la protagonista.
Como narrador omnisciente, Unamuno mantiene una pretensión
de objetividad que se ve traicionada en ocasiones por sus propias opiniones, como al calificar de
“morbosa” la pasión por la pureza de la protagonista, con lo cual le atribuye
un rasgo de patología a lo que en principio se podría considerar una cualidad
positiva.
Es una historia contada con buen ritmo donde prevalece
la trama a las florituras de estilo, que discurre parco en figuras retóricas, a
excepción de alguna metáfora reincidente y no muy afortunada al principio de la
novela.
-
Lara Guerrero – Club de Lectura de El Rompido.
Noviembre 2013.
LA LETRA ESCARLATA
“Narra el terrible impacto que un simple acto de pasión
desencadena en las vidas de tres miembros de la comunidad: Hester Prynne, mujer
de espíritu libre en independiente, objeto de escarnio público, el reverendo
Dimmesdale, alma atormentada por la culpa, digno de una general estima, y
Chillingwort, un ser siniestro, cruel y vengativo que maquina en la sombra.
Hester; la mujer fuerte, “ las circunstancias de su suerte
y su destino le otorgaron una libertad inusitada; la letra escarlata
marcada con la A de adultera fue su pasaporte hacia regiones donde otras
mujeres no se atrevían a viajar.” La vergüenza, la desesperación y la soledad.
Éstas fueron sus maestras severas y atrevidas, y le habían dado temple y
fortaleza”.
Hay en la obra una constante preocupación por la naturaleza
conocedora de las pasiones sufrimientos y secretos de los
seres humanos como con una consumada belleza lírica como queda
atestiguada en “un paseo por el bosque”
Es un alegato contra todas las sociedades intolerantes. El
integrismo religioso, marca con signos externos A escarlata. Es una novela
adelantada de su época. Ambientada en la Nueva Inglaterra de los puritanos del
siglo XVII.
Su autor Nathael Hawthorne 1804-1864, representa en la
literatura universal el papel de forjador mítico de Nueva Inglaterra. La
profunda conciencia de los problemas éticos del pecado, castigo y expiación.
LA
ASESINA
.-Alexandros Papadiamandis
(Primer comentario)
Escritor nacido en la isla de Skiazos. En el norte de
Grecia.
Personaje central es Francoyanú (la sesina) A sus sesenta
años pasa revista a su pasado y comprueba que la mujer es una esclava: de sus
padres cuando es soltera, de su marido casada, después de sus hijos y
finalmente de los hijos de sus hijos. Así concibe la idea de matar a niñas
pequeñas para salvarlas de esos sufrimientos, y de los sufrimientos de
sus padres con la pesadumbre de la dote. La única forma de casarlas en el
contexto de la Grecia
rural de principios del siglo XX. Pueblos vacíos de hombres por la emigración
forzada, que reduce a las mujeres a la servidumbre familiar. Con esta
idea fija llevará a cabo una serie de asesinatos y perseguida por la policía se
ahogará en el momento en que busca refugio en una iglesia junto al mar, “en el
istmo que une la roca de la ermita con la tierra, a mitad de camino
entre la justicia divina y la humana”. La Asesina es una obra de
gran fuerza descriptiva del alma humana. Su protagonista es una
mujer trastornada, visionaria y curandera. Lo que tiene de apasionante la Asesina, no es la búsqueda
de un culpable de los crímenes sino la búsqueda de los móviles, la
búsqueda de culpa. La descripción de la isla de Skiazos , de sus acantilados,
de sus cañadas, de sus amaneceres y puestas de sol, está envuelta en un lirismo
exultante de rumores del mar, canto de los pájaros y de policromía.
Club de Lectura para Adultos en
El Rompido. Febrero 2014
LA
ASESINA . Autor: ALEXANDROS
PAPADIAMANTIS
(Segundo comentario)
TEMA: EL FEMINICIDIO
ARGUMENTO:
La
protagonista es una señora de casi 60 años que vive en un pueblo de una isla
griega con sus dos hijas solteras y junto a la hija mayor que acaba de dar a
luz una niña. Esta señora ejerce de comadrona, curandera, limpiadora y lo que
se tercie para sobrevivir en un entorno rural de pobreza y falta de
oportunidades. Mientras se ocupa de la recién nacida, enferma de una tos
persistente, recuerda su niñez, su adolescencia, pedida de mano y casorio. Los
primeros años de cohabitación con su cuñada hasta que pudo con grandes
sacrificios acondicionar la casucha heredada que luego será parte de la dote
para su hija primogénita. La narración en tercera persona describe a cada
miembro de esa familia: el padre, la madre, el marido, los hijos emigrados, el
hijo preso, las hijas solteras…. Una familia como tantas sino fuera por la conexión entre esa abuela-bruja,
la madre infanticida y el hijo asesino. Hay un cierto determinismo biológico en
este eje del mal que atraviesa las tres generaciones.
El
primer asesinato es de la nieta enferma,
a éste seguirán tres más y otro por omisión de auxilio.
La
razón para este comportamiento es el convencimiento de estar haciendo lo más
conveniente, para los padres y para la niña.
Los primeros se liberan de una carga y a la segunda se le evita una vida
pobre y sin más perspectivas que conseguir un marido entre los escasos varones
disponibles a causa de la emigración. La nefasta costumbre de la dote convierte
el nacimiento de cada niña en un problema para sus padres, y la tía Jadula
decide poner remedio, empezando por su propia nieta.
La
coincidencia en el ahogamiento de tres de las víctimas hace que las sospechas
recaigan sobre ella y ésta decide refugiarse en
la montaña, que tan bien conoce a causa de sus labores recolectoras. Allí
tendrá ocasión para cometer un último asesinato antes de perecer ahogada
mientras huía dirigiéndose a un convento con la intención de confesar todos sus
crímenes.
PERSONAJES:
El
personaje principal es la tía Jadula, físicamente fuerte, hombruna (una especie
de Terele Pávez en “el día de la bestia”). El carácter es el de una persona
dura, luchadora y solitaria, que ha contado sólo con ella misma y que en nadie
confía. Manipuladora, falsa, sin escrúpulos. En un entorno de miseria e
ignorancia ella disfruta de una cierta consideración, gracias a sus conocimientos
homeopáticos y sus muchas habilidades y recursos. Con esa reputación de
sanadora entra en los hogares ajenos y se gana la voluntad de los vecinos,
obteniendo favores y bienes a cambio de sus servicios. Como madre es capaz de grandes sacrificios, y
así lo demuestra en la peripecia para conseguir el indulto de su hijo. No se
detiene ante nada, y sus dotes de persuasión
y capacidades quedan más que probadas al convencer a la viuda del asesinado
para que la acompañe, y volver luego a pie cargada de víveres y con dinero
suficiente para pagar el regreso a la viuda. Esta entrega sin condiciones que
demuestra hacia el hijo, primero encubriéndolo cuando apuñala a su propia
hermana y luego intentando rescatarlo de la cárcel, refleja bien esa actitud de
veneración muy típica de las madres hacia los varones. Tan distinta de la
exigencia con que, en muchos aspectos, se cría a las niñas, modelando su
carácter y cercenando todo lo que no convenga al perfil deseado. Son siglos de
consignas en ese sentido, repetidas en cada casa, en la escuela, y son las
propias mujeres de abuelas a madres, y de éstas a sus hijas quienes las transmiten
como un veneno, en perjuicio propio y siempre a mayor gloria del varón, señor
de todo, creado a semejanza del dios mismo que relegó a la mujer a ser mero
apéndice del primero. La mayoría de las religiones criminalizan a las mujeres y
rara es la cultura donde se reconoce un trato igualitario. Esto nos lleva
directamente al feminicidio, asesinato sistemático de las niñas, practicado
desde la prehistoria y en plena vigencia, por razones demográficas, en China o la India, países lastrados
además por la ominosa costumbre de la dote, que hipoteca el futuro de las
familias con niñas para casar. Éste es el contexto cultural que hereda la tía
Jadula, agravado por una absoluta inmoralidad propia y cierto sadismo que se
pone de manifiesto especialmente en la ejecución del último asesinato. Asume el
papel de ángel exterminador, para aliviar la carga de unas personas que no se
lo han pedido, y además disfruta haciéndolo. Sus acciones son premeditadas,
frías y su arrepentimiento insincero. La perversidad con la que arroja al agua
a dos inocentes y el detalle absolutamente maligno de sacarlas cabeza abajo
para asegurarse el ahogamiento, no deja lugar a dudas sobre su patológica
naturaleza criminal.
Los
motivos que se presentan como inductores a estos asesinatos no parecen
justificarlos. Pues, si realmente Jadula tiene esas ideas, porqué no ha
empezado antes a aplicarlas, por ejemplo en su caso. Ella tiene tres niñas,
tres futuras dotes: una ruína. Pero no
se deshizo de Crinio, la pequeña, ni de
Amersa. Pese a que el autor nos dice que “se volvió loca” resulta extraño que
el primer crimen llegue a sus casi sesenta años, y una vez cometido se active
un irrefrenable deseo de continuar. Hay una cierta falta de coherencia en el
personaje. Sería mucho más creíble que tuviera tras de sí un extenso currículum
delictivo paralelo a sus actividades de partera, que le daban la ocasión
perfecta para ejecutar sus planes de control demográfico, y ser fiel a su modo
de pensar.
Sin
embargo no es así, y da la impresión de una cierta improvisación, un “de
repente” que no queda suficientemente explicado.
A
pesar de las pesadillas y las reflexiones que en algún momento tiene la
protagonista, no hay en ningún caso empatía con las víctimas, ni atisbo de
sensibilidad. Un cierto rastro de temor cristiano al castigo divino, nada que
una confesión no pueda solucionar. Puesto que puede discernir perfectamente entre
el bien y el mal, es consciente de su delito y sus consecuencias legales pero
no hay verdadero arrepentimiento. Su
única preocupación es que la cojan, a ella. Ni un pensamiento para sus
hijas, ni para las familias de las víctimas.
El
resto de los personajes quedan apenas esbozados, las pinceladas justas para que
compongan un cuadro costumbrista de la sociedad rural griega, aislada, con recursos muy limitados y pocas esperanzas. Personas
que subsisten apenas en una economía que roza la mera supervivencia, y que
obliga a los varones a buscar nuevos horizontes muy lejos de la patria, dejando
tras de sí familias cargadas de mujeres: madres, hermanas.
El
fondo de este paisaje sí está minuciosamente descrito, por alguien que sabe
apreciarlo en toda su belleza, agreste y salvaje. Cada cueva, arroyo,
prado, y los animales que habitan esa
naturaleza. Todo es hermoso y vive y florece ajeno a la siniestra presencia de
la protagonista. El paisaje se convierte en otro personaje que va cobrando más
protagonismo según se acerca el final, cuando la historia se cierra con una simetría
en la que subyace la idea “quien a hierro mata, a hierro muere”. El agua, medio para sus crímenes, se
convierte en su verdugo, cuando el
mar acaba con la vida de Jadula,
la asesina.
CONTEXTO:
Por
horrible que resulten los crímenes cometidos por Jadula, son menos
“extraordinarios” de lo que parece. De hecho, el infanticidio, está documentado
desde la prehistoria y sigue practicándose en muchos lugares, no tan remotos,
de nuestra moderna aldea global. Hay una extensa tradición de asesinatos de
bebés, por las más diversas razones: religiosas, rituales, demográficas,
práctica de canibalismo por mera subsistencia, e incluso para evitar “la mala
suerte”, como es el caso de los gemelos en muchas culturas, desde África a
Oceanía. La víctima: el primogénito, el segundo hijo, y por supuesto las niñas,
especialmente en aquellas culturas donde se exija un dote para poder casarlas. La literatura, la mitología y los libros
sagrados recogen una realidad conocida, de niños expósitos y bebés
sacrificados: Medea, Cronos, devorador de sus hijos; Abraham, la masacre
ordenada por Herodes, Moisés abandonado en las aguas del Nilo… los ejemplos
abundan.
Sumemos
a esta herencia el secular patriarcado, que lastra la educación y la vida de
millones de mujeres, confinándolas a tareas reproductoras y de servicio, víctimas
de maltrato físico y psicológico desde
su niñez-bonsai, con mutilaciones y
sometimientos de todo tipo. La renuncia
a la propia felicidad, el miedo y la frustración son sólo algunas de las
respuestas emocionales ante una situación tan adversa a cualquier crecimiento
personal. El nihilismo existencial, el convencimiento de que la vida carece de
sentido, arraiga en la conciencia y puede manifestarse en comportamientos
autodestructivos o, como es el caso de Jadula, transformándose en un ángel
exterminador.
-Comentario por Lara Guerrero - Febrero 2014
Irse de casa.- Autora: Carmen Martín Gaite.
“La aguja del Chrysler
Building y la de la abuela Ramona habían cosido dos destinos, dos trayectorias
desparejas. ¿Cuándo y por dónde empezó a romperse el tejido?” Se pregunta el
nieto de Ramona e hijo de Amparo Miranda, a modo de profético prólogo sobre
sucesivo desarrollo de la novela.
Novela muy
bien escrita. Un aluvión de metáforas muy bellas en una prosa ágil y
contundente. Descripciones surrealistas. Depuración de estilo en el contar. Su
contenido se va completando pieza a pieza a la manera de un puzle, o retal a
retal a la manera de un taller de costura.
La verdadera
protagonista es la ciudad, una ciudad de provincia; sus personajes se van
entrelazando y la van configurando. Son estereotipos de la sociedad a la que
pertenecen, distintos personajes y distintas vidas, pero todas sus historias
tienen un sentido en el sin sentido de la vida. Las figuras femeninas por lo
general, están mejor caracterizadas que las masculinas. La frustración
es una constante.
Amparo
Miranda a su regreso, tras cuarenta años de ausencia,
siente añoranza, se encuentra con una ciudad diferente. Pero su
breve retorno es un viaje iniciático, es el pago de una deuda que
había contraído con su pasado no resuelto, y una solución catártica para el
presente y futuro.
Club de Lectura de El Rompido. Abril 2014
LA ARAÑA NEGRA.- Autor: Vicente Blasco Ibáñez
La ar
Comen Pretende
ser un estudio político, social y religioso sobre la historia de España del
siglo XIX. Es la primera novela de un Blasco Ibáñez muy joven y con necesidad de
ganarse la vida. Describe la guerra entre liberales, defensores de la
constitución de 1812 y los absolutistas borbónicos. El autor,
republicano, da un papel fundamental y decisivo a la actuación
malvada de la compañía de Jesús cuyos objetivos son el dinero y por tanto el
poder, y convierte la novela en un libelo por su
extremado anticlericalismo. No hay intrahistoria como en las novelas de Pérez
Galdós. Su condición panfletaria hace que se pierda la veracidad histórica. La
mayoría de sus personajes, buenos y malos, dependiendo de su particular
ideología son inventados, a veces, traspasan la
frontera de la realidad para llegar al culebrón. De esta manera, no permite al
lector una libre interpretación de la realidad, la narración tajante
le impone orejeras. El trato que se da a los jesuitas se convierte
en un recurso estilístico para incitar al público no intelectual a la lectura
que desea, al folletín de publicación semanal, al panfleto sentencioso. La
actitud hostil del pueblo hacia “la Compañía “ La Araña negra” que teje,
entreteje y se expande abusando siempre del débil es muy comprensible. Sus
descripciones, hiperrealistas siguen la pauta del naturalismo de la época,
fundamentalmente a Zola.
Club de Lectura de El Rompido, Abril 2014
LO BELLO Y LO TRISTE. Autor: Ysunari Kawabata
Podrí Podría considerarse una tragedia propia de Esquilo
trasladada a una sociedad oriental. Keiko el tercer miembro de un
triángulo apasionado, es la erinia, la diosa de la venganza. Su amor absorbente
hacia Otoko es destructivo: “Otoko, yo no quiero a nadie más que a ti, a ti,
solamente a ti”. La muerte del primogénito de Oki, perpetrada por ella se
trasforma en el castigo impuesto por los dioses por una culpa cometida en
el pasado: un amor prohibido entre un hombre casado y una menor. Y la asesina
es a la vez verdugo y víctima.
Oki, el Oki, el escritor, a partir de un episodio doloroso en el
que tuvo un hijo que murió y una amante a la que abandonó y quedó destrozada,
escribe una novela que es la fuente de su bienestar le produce grandes beneficios.
Es un hombre sin escrúpulos.
Delica Delicada sensualidad y deseo envueltos en una estética
pictórica y plástica del paisaje. Los colores, donde priman los verdes,
la lluvia, la bruma que difumina la línea ondulante de las cordilleras diseñan
los sentimientos nostálgicos, tristes y a veces vengativos de los
protagonistas. La complejidad de sus personajes trasciende las fronteras
de la moralidad e inmoralidad. Reflexiona sobre el significado de la
condición humana y las consecuencias fatales de un apasionado amor.
La liter La literatura japonesa me resulta distante, fría y
desesperanzada. La prosa alcanza una técnica perfecta pero carente de pasión
para un lector occidental. Recuerdo la novela leída el curso
anterior “El marino que perdió la gracia del mar” de Yukio Mishima
Marg Marga Ramírez-Montesinos. Club de Lectura de El Rompido Mayo 20
Lo que me queda por vivir. Autora: Elvira Lindo
Sigue los
pasos de “Irse de casa” de Carmen Martín Gaite. Novela leída también en este
club de lectura. Es el libro de la introspección, del viaje interior en la
búsqueda de uno mismo y de su sitio en la sociedad.
Anto Antonia tiene 26 años
cuando se ve sola con un hijo de cuatro años en el Madrid cambiante de los
ochenta. Se enfrenta a la soledad. Vive marcada por las desgracias del pasado:
muerte prematura de la madre y por una orfandad que difícilmente logra superar.
Evoca, rememora con ternura y fino sentido del humor su infancia, su
adolescencia, pasando por la boda de un marido al que nunca llamó marido. Pero,
sobre todo, lucha contra marea, y logra sobreponerse a la adversidad; el
desvalimiento y la ternura del hijo alivian la fragilidad de quien ha de
hacerse fuerte para protegerse. La obra realista y natural carece de orden
lineal, y da saltos constantes en el tiempo. No hay sucesión de acciones y el
peso recae en esos juicios personales sobre acontecimientos vividos. Aguda
descripción de personajes variopintos de la movida madrileña con virtudes y
defectos. La prosa es elegante, cuidada y amena tanto en los diálogos
como en las largas parrafada
Mayo
2014
TÍTULO: LA
CONCIENCIA DE ZENO.- Autor: Italo Svevo
TEMA: “Nosce te ipsum” (Gnothi seauton: inscrito en la
pronaos del templo de Apolo en Delfos
según
Pausanias, s. II)
Zeno espectador de sí mismo.
Todo
e Todo el libro es el fruto de una mirada introspectiva, de la observación y el
estudio de uno mismo, no exento de asombro ante la naturaleza de los propios
deseos y necesidades (P.354:”tuve entonces una experiencia curiosa de mí mismo. ¡Me quedé atónito!”)
N Nos
ofrece una descripción minuciosa de
todos los procesos mentales que le llevan a una determinada conducta, desde el
primer impulso irracional, a las consideraciones morales, reparos,
inconveniencias prácticas, arrepentimiento y autoabsolución.
E Es
un fino ejercicio de autopsia moral con desmembramiento analítico de cada acto
y sus consecuencias, siempre desde el doble prisma: el que afecta a sus
decisiones posteriores (ego) y el que tiene que ver con las reacciones de los
otros, familia, amante (superego). Todo queda expuesto sin falsos pudores,
incluso aquellos aspectos poco o nada favorables de su personalidad, como la
mentira, lo cobardía, la envidia o los celos. No obstante, la visión de sí
mismo es amable y autocomplaciente ya que se considera fundamentalmente una
buena persona, alguien inocuo , cuyas faltas (siempre disculpables) se deben más
a su debilidad de carácter que a la voluntad de hacer daño. Y del mismo modo
que al enfermo no se le puede imputar su falta de salud, él no debería ser
severamente castigado por sus desahogos amorosos, que vive como experimentos de
sí mismo, asombrado de las reacciones y sentimientos que cada situación le
provoca. Como si se tratara de un observador externo intenta comprender por qué
actúa de una determinada manera y hasta dónde está dispuesto a arriesgar en sus
incursiones al extrarradio moral que tanto le incita
.
A ARGUMENTO
Y PERSONAJES PRINCIPALES:
Cons Consiste
en una sucesión de episodios de su vida centrados en hechos puntuales (la
muerte de su padre, su matrimonio), actividades desarrolladas (negocios) o
procesos vividos como retos de la voluntad (el tabaquismo). Pueden leerse de
forma independiente pues cada uno de ellos tiene entidad suficiente para
considerarse un relato en sí mismo.
Si Sirviéndose
del recurso literario del escrito por encargo, en este caso de su médico que es
quien publica estas memorias, según dice, para vengarse, comienza en el
capítulo primero explicando cuándo y como empezó su adicción al tabaco.
Capítulo
I – “Érase un hombre a un cigarrillo pegado”
Iniciado
en el hábito desde la infancia, nos
muestra la liturgia para disfrutar del que ha de ser el último cigarrillo,
propósito que exige la elección de una fecha significativa y que va acompañado
de una absoluta falta de voluntad y seguido de
innumerables cigarros más. El tabaquismo es importante porque pone en
marcha el resorte mental que más le caracteriza: la concepción de propósitos (p.294:
“propósitos relativos al porvenir que me llevaban del obscuro presente al
luminoso porvenir” y p.295: “a fuerza de estudiarme llegué a concebir
propósitos cada vez más razonables”).
Internado
en una peculiar casa de salud por iniciativa de su esposa, se ve sometido a la
vigilancia de una enfermera algo beoda y sobornable, que no tiene inconveniente
en transgredir la prohibición expresa de suministrarle tabaco con la esperanza
de recibir ciertos favores que tras once cigarrillos Zeno no será capaz de
negarle. Eso cree ella, pero es sólo una estratagema que permite al
protagonista escapar esa misma noche. Fin del tratamiento. En esta primera
aventura ya quedan trazadas las líneas maestras del carácter del protagonista,
según él mismo se presenta: hipocondríaco (p.22: “la enfermedad es una convicción y yo nací con ella”), en sintonía siempre son sus estadios,
breves, de culpabilidad. Carente de voluntad para llevar a cabo sus propósitos,
siempre renovados con optimista fe en el futuro, en un continuo juego de
autoengaño entre la realidad y el deseo. Inseguro y celoso, como veremos más
adelante.
Capítulo
II – “La muerte de mi padre”
La
relación paterna se caracteriza por la falta de fe en las capacidades del hijo,
quien efectivamente se había comportado como un estudiante indeciso pasando de una
facultad a otra (p. 2: “Él fue el primero en desconfiar de mi energía y, en mi
opinión, demasiado pronto”). Según Zeno en lo único que se parecen es en
su falta de talento comercial, pero lo cierto es que tienen en común mucho más
de lo que está dispuesto a admitir: el
tabaquismo, la distracción, la ociosidad, el adulterio, la hipocresía
moral (p. 43: “una inmoralidad predicada es más punible que una acción inmoral”)
son aspectos heredados del pater familiae, quien no tiene según Zeno su “imperiosa
voluntad de superación” ni tampoco sus “sueños de equilibrio y fuerza”.
Ni por supuesto su sentido del humor y un carácter frívolo que su padre
desaprueba, y del que intenta protegerle asignándole un administrador cosa que
a Zeno tampoco le viene mal (p.46: “para ser sincero, debo decir que la
resignación ante sus disposiciones me resultó fácil, porque en aquella época la
idea de verme obligado a no trabajar no me desagradaba”).
Capítulo
III – “ Mi matrimonio”
Este
capítulo rebosa sentido del humor y narra con mucha gracia como conoció al que
se convertiría en su suegro. La decisión de casarse precede al enamoramiento e
incluso al conocimiento de su prometida que él decide elegir entre las hijas de
su nuevo amigo, el Sr. Malfenti. Consigue ser invitado a su casa, que empieza a
frecuentar con el propósito de ganarse el amor o al menos el consentimiento de
Ada, la más agraciada de las cuatro. Ella no se muestra receptiva y sus
esperanzas se truncan definitivamente cuando aparece otro pretendiente con más
recursos que él, jovial, atractivo y excelente violinista. Divertidísima la
sesión de espiritismo saboteada por Zeno y sus propuestas sucesivas de
matrimonio a tres de las hermanas para quedarse finalmente con la más fea. El
cortejo, compartido con la otra pareja, formada por Guido y Ada, tampoco tiene
desperdicio. Con el tiempo, su estrábica
prometida, Augusta, construye para Zeno el tranquilo hogar burgués que él
necesita, una casa confortable, hijos, y lo más importante: le ama sin
contrapartida. Ni le pide explicaciones, a las que no cree tener derecho, ni le
monta escenas de celos pese a los sentimientos de Zeno hacia Ada, que ella
acepta desde el principio y que ensombrecen en algún momento su paz conyugal.
Resulta ser una perfecta compañera, estable y cariñosa, por lo que Zeno acaba
amándola a su modo, lo que no le impide buscar la pasión en los brazos de
Carla, una joven protegida con la que establece una relación de dos años.
Capítulo
IV – “La amante”
Su
historia con Carla es puramente física y se caracteriza por el desapego y la
frialdad con que Zeno utiliza a la muchacha. En ningún momento llega a
considerarla una persona digna de su afecto, ni de su sinceridad. Para no
comprometerse, finge devoción hacia su esposa, a la que no ama pero debe
respetar. Intenta aminorar sus
sentimientos de culpa ofreciendo un dinero que Carla siempre rechaza,
conformándose con la manutención y unas clases de canto que deben ayudarla a
labrarse un porvenir. El personaje de la amante se muestra con una personalidad
compleja. Dura en el trato con su anciana madre, sumisa con Zeno, generosa en
su decisión de no herir a la esposa de éste, taxativa cuando decide casarse con
el profesor de música. Es alguien que toma sus propias decisiones y trata de
jugar limpio, en contraste con las mentiras y maniobras del protagonista,
especialmente cuando ella lo deja y él comprende hasta qué punto se había
acostumbrado a ese pasatiempo. Parece que es sólo entonces, al verse privado de
su compañía, cuando empieza a valorar lo que Carla le entregaba a cambio de
nada.
Capítulo
V – “Los negocios”
Pese
a su falta de aptitud y de conocimientos Zeno se ve involucrado en la empresa
de su cuñado Guido, al que intenta ayudar en sus negocios. Aunque al principio
le sirve de distracción en su ociosa existencia el acudir puntualmente a la
oficina y ocuparse de llevar los libros, la cuestión es que toda la gestión
resulta ser un desastre y las pérdidas amenazan no sólo a la empresa en sí,
sino al patrimonio de toda la familia Malfenti. Guido pasa más tiempo entregado
a la caza y la pesca que a revisar sus transacciones, pero sus actividades
cinegéticas incluyen también a la bella secretaria, Carmen. Este interés es la
causa de los ataques de celos de su esposa y posiblemente de su enfermedad que
la obliga a visitar regularmente balnearios y casas de salud., sobretodo tras
el nacimiento de sus mellizos. La pésima situación financiera empeora cuando
Guido empieza a jugar en Bolsa para intentar recuperarse, y aunque Zeno se
ofrece a asumir parte de la deuda todo acaba complicándose y Guido, abatido e
incapaz de hacer frente al desastre, finge un intento de suicidio que
desgraciadamente le cuesta la vida, al no ser atendido a tiempo.
Para
Zeno se trata de un duro golpe pues apreciaba al joven y se compromete a
limpiar su nombre tratando de liquidar las deudas contraídas. Para ello recurre
a la Bolsa,
aconsejado por Nilini, personaje al que detesta pero ocasionalmente necesita.
La suerte le acompaña esta vez y consigue recuperar parte del dinero pero sus
esfuerzos no obtienen el reconocimiento esperado, sobretodo por parte de Ada, quien
le reprocha duramente no haber acudido al entierro y no haber protegido a Guido
de sí mismo, porque según dice, no supieron amarle ninguno de los dos. Con ese
remordimiento abandona Italia acompañada de sus hijos para reunirse con la
familia Speier en Buenos Aires, y al despedirla con lágrimas Zeno piensa: “así,
pues, nos abandonaba y nunca más podría
probarle mi inocencia”.
Ada
es el único personaje femenino al que Zeno ha amado alguna vez, alternando el deseo con la compasión, pero
nunca con la indiferencia. Todo lo que viene de ella, incluso el gesto o la
palabra más trivial le provoca emociones, ávido como está de su afecto. Nunca
recuperado de su rechazo amoroso, disfruta al principio de las desavenencias
matrimoniales de Guido y Ada, pero esa infantil revancha da paso a un auténtico
instinto de protección, que Ada no sabe interpretar. Aún cuando ha dejado de
amarla siempre estará presente, rodeada de respeto y consideración, la imagen
que de la bella joven se formó en su primera visita a la casa Malfenti.
Capítulo
VI – “El psicoanálisis”
Tras
seis meses sometido al tratamiento del Dr. S., Zeno hace una crítica mordaz del
fondo y la forma empleados para su terapia, que no le aporta soluciones ni
mejoría. De hecho, confiesa sentirse peor porque ha vuelto a fumar y según sus
propias palabras “si no quiero acabar en el manicomio, tengo que abandonar estos
juguetes”.
Sus
objeciones se apoyan en una simplificación de las entonces novedosas teorías,
reduciéndolas prácticamente al complejo de Edipo. Con algo de rencor abandona al doctor y
vuelve a sus cuadernos, sin atreverse a reclamarle la devolución de las
memorias entregadas, que el galeno publicará después para nuestro deleite.
En
1915 mientras veranea en Lucicino se ve involucrado en la guerra de modo casual
y casi cómico, permaneciendo alejado de
su familia durante un año. Confiesa que no fueron malos tiempos para él, por el contario, se
sentía tranquilo. Y aprovechando la
ausencia de su administrador se lanza a hacer negocios guiado
por su intuición y saca provecho de las circunstancias comprando y vendiendo
oro. En sus últimas reflexiones lamenta
que la vejez le aleje de las mujeres definitivamente pero considera que ha sido
afortunado pues a la largo de su vida siempre ha estado presente el amor.
También expresa sus inquietudes acerca del futuro con una capacidad visionaria
asombrosa pues lo que anticipa, por desgracia, se refleja en el mundo de
nuestros días.
ESTILO:
La
pretensión de estas memorias autobiográficas es puramente “científica”,
centrándose en los aspectos psicológicos de la personalidad del protagonista.
Se trata, pues, de mostrar con el máximo detalle y objetividad lo que
constituye “per se” el magma de la subjetividad individual: emociones,
impresiones, sentimientos, ideas y propósitos.
Yo
creo que lo consigue. Svevo se muestra pletórico de recursos, con una narración
dinámica que alterna magistralmente las descripciones de la acción y
situaciones vividas, con las reflexiones simultáneas, previas o posteriores que
nos abren la mente de Zeno como un libro, fácil de comprender y sobretodo
ameno. Son más de 400 páginas hablando de sí mismo y de sus procesos mentales
sin aburrirnos en ningún momento. Un halo de elegancia y buen humor impregna
toda la historia, con pasajes deliciosos y muy divertidos, de acuerdo con el
carácter del protagonista. La técnica descriptiva está muy elaborada, y resulta
tan buen escenógrafo como retratista. Podemos visualizar con detalle cada lugar y
cada personaje, con aciertos sobresalientes como la imagen del rostro de
Nilini, cuya fisonomía se había adaptado para alojar en el agujero mandibular
una cualidad mental, la ironía. “¡Y veía
a través de ese agujero!” (p. 390) Absolutamente genial. No basta con ser un
excelente observador y con tener un dominio lingüístico fuera de lo común, pese
a disculparse por su falta de destreza con el italiano, pues no sabe escribir,
según dice, en el dialecto local. Hay que saber dar la pincelada justa, con el
color preciso y la intensidad adecuada para conseguir el milagro de la
transposición: ya estamos en la oficina de Guido Speier, y presenciamos ese
momento para después cruzarnos en el pasillo con Carmen, tan real como nosotros
moviéndonos entre todos los personajes, metidos ya de lleno en la historia, una
historia original, como la vida, y maravillosamente contada.
Para
concluir, de la experiencia de esta lectura podemos decir, citando a Zeno: “Todo
aquello era muy dulce, de un sabor raro en esta vida” (p.376)
- Lara Guerrero -
Delica
L
Podría
LA T
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