domingo, 9 de noviembre de 2008
miércoles, 5 de noviembre de 2008
sábado, 1 de noviembre de 2008
miércoles, 29 de octubre de 2008
CLUB DE LECTURA 2008 - 2009


- EL CORAZÓN HELADO, de Almudena Grandes (del 08-10-08 al 31-10-08)
Es un monumento a la memoria histórica de los vencidos de la Guerra Civil.
La saga de cuatro generaciones se va entreverando en el tiempo y en el espacio entre el pasado y el presente, Francia, España y la campaña de la División Azul. Las dos primeras las constituyen los exiliados en Francia; la tercera: los hijos de los exiliados nacidos en el exilio, que se sienten franceses y tratan de cortar los lazos del pasado familiar; y la cuarta: la que vive en España tras la muerte de Franco, descendientes de vencidos y de vencedores.
Paloma, cuyo marido es traicionado y entregado al paredón por su prima el Sapo, se convierte en la Erinia de la venganza, se le encomienda a Julio Carrión González, que la ejecuta sin temblarle la mano, y hombre sin escrúpulos se queda con los bienes de la familia Fernández amparándose en la ley de responsabilidades políticas de los bienes republicanos.
La integridad moral de los vencidos contrasta con la falta de escrúpulos de los vencedores. Pero el restablecimiento de la justicia avanza con pies lentos y seguros. La amenaza que Ignacio Fernández lanza a Julio Carrión González a su vuelta a España, surte efecto. A partir de entonces va a vivir con un temor secreto. Será Raquel, la nieta de Ignacio Fernández, la que ponga en ejecución esta amenaza que no llega a realizarse. El verdugo, Julio Carrión González, muere antes, de un infarto, el temor se convierte en terror ante la presencia de Raquel con viejos documentos de traiciones, y el terror es la causa de su muerte.
La armonía de esta discordia histórica y visceral se realiza ya en la cuarta generación: en la relación amorosa de Álvaro Carrión y Raquel Fernández.
Es un trabajo de filigrana donde al final cada tesela se ajusta al hueco adecuado. La última tesela desvela, en un diálogo sordo con su hijo Álvaro, la personalidad de Angélica, la de ojos acuosos y azules, la hija del Sapo, la mujer de Julio Carrión González, la madre de los hijos de los vencedores, que hasta entonces había ocupado un plano anodino en la saga. Es la única que por su amoralidad, su corazón helado, se escabulle sin remordimientos de la mano justiciera.
Es una novela bien escrita documentada en fuentes históricas, que despierta siempre la curiosidad del lector, a veces excesivamente reiterativa.
El Rompido, 15 de Octubre de 2008 Margarita Ramírez Montesinos
-LA RAZA, de Pío Baroja (del 24-10-08 al 24-11-08)
-NUESTRO CORAZÓN, de Guy de Maupassant (del 14-11-08 al 15-12-08)
-EL VIENTO DE LA LUNA, de Antonio Muñoz Molina (del 04-12-08 al 17-12-09)
La historia arranca con el hecho histórico de la quema de libros en la dársena de La Coruña, en Agosto del 36.
Alrededor de la hoguera encontramos a parte de los personajes que van a poblar el libro; de un lado, vencidos y silenciosos, los miembros del pueblo llano que poco antes andaban preparando romerías, y luchando contra su propia ignorancia y la ajena a través de ateneos y publicaciones; del otro, el bando de los vencedores, que con una saña obscena y un odio recién estrenado a todo cuanto sea sospechoso de ideas distintas a las suyas se dedican a destruir bibliotecas completas.
Allí están Vicente Curtis, alias Hércules y a su amigo Luis Terranova, entre los dos rescatan del fuego un libro, por lo que habrán de huir al monte, y permanecer escondidos un tiempo; a Samos, que pronto será el juez que envíe a la cárcel a buena parte de los personajes del relato; a Rem, futuro censor, que se encaprichará de Terranova, y al que acabará propinando una terrible paliza. Desde lejos, espantada por el fuego, contempla también la escena la Zamorana, mendiga habitante del cementerio, con “todas las faldas de su vida” puestas unas sobre otras…
Quizás lo mas notable del libro sea este capítulo; indigna la frivolidad con la que los palurdos fascistas destruyen aquellos tesoros literarios, muy especialmente por que el lector sabe que la quema fue real, y que muchos de los libros quemados eran ejemplares únicos.
A partir de aquí las historias de los distintos, y numerosos personajes se entrecruzan, entran brevemente en escena y, cuando los teníamos prácticamente olvidados vuelven a aparecer, creando un universo complejo, muy parecido a la vida real, pero que origina en el lector un desconcierto que a menudo dificulta la lectura de la obra, haciéndola trabajosa y prolija.
El autor recorre, a través de las vicisitudes vitales de los personajes, el tiempo que va desde la guerra civil hasta prácticamente nuestros días, y nos hace testigos de los tenues cambios en de los años sesenta, de la profunda corrupción moral de los vencedores, de su hipocresía, de su doble rasero, de su indiferencia para con el dolor, o los legítimos derechos de la población sometida a sus arbitrariedades.
Como ilustración podríamos citar, por ejemplo, el robo de los poemas de Alcesis por parte del censor, que los retiene con falsas promesas hasta que su autor se suicida para publicarlos luego como propios; la indiferencia del juez Samos ante aquellos que envía a trabajos forzados por nimiedades.
Digno de mención es también el temple que el autor atribuye a los vencidos, inasequibles al rencor, o al desaliento en su mayor parte, no pierden ni la alegría de vivir, ni el deseo de ayudar. Especialmente notable este sentido es el personaje de Polca, que tras salir de prisión, con la salud quebrada, aún siente deseos de bromear en las tabernas, disfrazarse en carnaval, o continuar su cruzada por el buen uso del lenguaje a través de su palabra mágica: acetilsalicílico.
Y es precisamente este viejo anarquista quien cura de su tartamudeo a Gabriel, el hijo del juez Samos, en la cocina donde su hija trabaja como criada. Es este es un elemento simbólico: La sencilla generosidad del republicano acerca de una manera más eficaz que muchos discursos a dos Españas obligadas a entenderse.
Al final del libro, nos lo volvemos a encontrar, en un país que ya no es aquel, bromeando con las enfermeras de la seguridad social.
Y Polca, con mil agravios a sus espaldas, permanentemente vencido pero nunca derrotado, se nos antoja el verdadero triunfador de la historia; por que nunca pudieron arrancarle su grandeza moral, su sentido del humor, su alegría de vivir.
Amalia Perianes
Club de Lectura de El Rompido, Enero 2009.
-LA VIDA EN LAS VENTANAS, de Andrés Neuman (del 14-01-09 al 28-01-09)
La vida en las ventanas
Espasa. Andrés Neuman.
Es una novela de género epistolar escrita en un estilo festivo, irónico y cínico. La receptora de las cartas puede ser un fantasma, una ficción. La incomunicación, soledad y vacío impregnan toda la narración. Es la crónica rabiosamente actual de una urbanización arquetípica de clase media donde el bar de copas constituye un elemento imprescindible. Su protagonista es Net, un joven universitario, vago, irresponsable, tímido, sin ilusiones, de familia burguesa. Respira una agresividad y resentimiento contra todo porque es incapaz de adaptarse a la vulgaridad del ambiente en que el vive, le aterra el momento de la realidad y se siente acorralado por su propia abulia: “mi casa un manicomio, la calle una trinchera, el bar de Xavi un cementerio”. Relaciones familiares fallidas. Ambiguos los sentimiento que el padre abriga hacia la hija. No existen descripción de paisajes ni de naturaleza viva. El ordenador es la espita de salida a su angustia, la ventana, la metáfora y la esperanza a través de la que observa la vida: “afuera han empezado a limpiar la piscina. Cuando se marcha (el jardinero) el agua va aquietándose y, avanzada la tarde, parece una pantalla azul de ordenador. “De hecho, nadar en una piscina se parece bastante a navegar por la red. Es silencioso –apenas un rumor- es blando, es fácil sumergirse. Y también fácil ahogarse”
“Dirás que parezco imbécil, pero el otro día se me ocurrió buscarnos a ti y a mí en la red”. “Cuando tenía doce años mi tío me regaló una máquina de escribir…doce o trece años después, te escribo a ti en la tinta sin olor de este PC…
Del naufragio de su vida le salvan Cintia, su novia, y la carta póstuma de su abuelo, cirujano y apasionado por el juego de ajedrez, a su padre, una carta, anunciadora del suicidio, en la que lo lírico y reflexivo se entrelazan con una gran intensidad poética. La vida, explica, es una combinación entre las piezas blancas y negras del juego del ajedrez y la circulación de la sangre. Las piezas blancas y negras se unen combatiendo y trabajan juntas encaminándose hacia el fin: sístole-ofensiva, diástole-jaque, el resto no son más que defensas y estrategias para sobrevivir.
Margarita Ramírez Montesinos
- LA OTRA CIUDAD, de Pablo Aranda
LA OTRA CIUDAD
De Pablo Aranbda
“la otra ciudad”, es una novela que nos sumerge en esa otra ciudad marginal que se esconde tras las calles turísticas y comerciales de Málaga. Es otra ciudad tan diferente, tierna y dura, tan real y verdadera. Esa ciudad llena de heridas abiertas, risas, amores y desamores, dolores y lealtades.
“la Otra Ciudad” es una novela que nos sumerge en una profunda aunque esperanzadora crítica social, una historia apasionante de vidas cruzadas, vidas que se relacionan de una manera complicada, influidas por las circunstancias cotidianas que las rodean.
Paco, nuestro protagonista, trata de crecer en una barrio humilde y sobrevivir a un mundo árido que se diluye entre las drogas, el alcohol, la violencia como única salida, la falta de recursos, la ausencia de futuro…
Todo parece ir en su contra: la herencia familiar de un padre borracho, un hermano drogadicto y un barrio marginal.
Pero Paco mira el mundo con otros ojos, con una mirada serena, nueva, que le permite escapar de ese triste destino y encontrar el sentido del amor y la amistad en esos personajes que conforman su vida: el inmenso amor de Nadia, inmigrante marroquí curtida de injusticias y decepciones, y la confianza en su íntimo amigo Richa; a través de un lenguaje rico y cercano a la vez.
Club de Lectura de El Rompido
Rafael Méndez
Febrero 2009
- EL MANUSCRITO CARMESÍ, de Antonio Gala
- SIN NOTICIAS DE GURB, de Eduardo Mendoza
martes, 28 de octubre de 2008
II ENCUENTRO DE CLUBES DE LECTURA

Punta Umbría (Huelva) 25 de octubre de 2008
asistieron al Encuentro: Begoña, Amalia, Inma,
Charo, Toñi y Pepe.

Los miembros del club durante el almuerzo
Los bibliotecarios y los componentes del Club de Lectura: José Mari, Rafael, Charo, Gemma, Pepe, Toñi, Inma, Begoña y Amalia.
Con el escritor Juan Villa


RECETAS PARA UN CLUB DE LECTURA
lunes, 27 de octubre de 2008
domingo, 26 de octubre de 2008
LOS INICIOS DEL CLUB


sábado, 25 de octubre de 2008
ACTIVIDADES DEL CLUB 2008

EL TALLER DE CREACIÓN LITERARIA
Fechas: 4, 9. 16 y 23 de junio.
Hora: 18 h.
Participantes: Club de Lectura de El Rompido.
Imparte el curso: Edith Checa
TALLER DE CREACIÓN LITERARIA PARA ADULTOS
PLANTEAMIENTO. TEORÍA GENERAL.-
- EL CASTILLO DEL GATO O EL CASTILLO DE BABEL
- APARTADA FLORECE EN EL JARDIN LA MALA ADORMIDERA
- QUEMADAMANO
- SIN TITULO
Me gustan mucho los castillos. Hay un castillo (un grupo de
caserones curiosos) cerca de Cartaya, rodeados de pinos y de eucaliptos, antes
se llamaba la casa del Gato, ahora yo la llamo el castillo de Babel por la
diversidad de pueblos que alberga, llegados de todos los confines del mundo.
El otro día fui con mi nieto a sus puertas, y estaban cerradas.
“Lucas, sus dueños se han ido, volveremos otro día y nos harán de
merendar”.
Se puso contento porque le hablé de las princesas moras, rumanas,
ucranianas, polacas, que allí habitan. Ahora no hay nadie, están recogiendo
fresas o neftarinas, o naranjas o cuidando a viejecitos para ganar dinero y
comer el pan de cada día.
¿Pero, es que las princesas trabajan? Me
preguntó incrédulo.
Las de ahora sí, en Cartaya hay muchas princesas que han
venido de sus lejanas tierras. Y vienen contentas y enseguida aprenden a hablar
en nuestro idioma sin olvidar nunca el suyo.
Ven, Lucas, vamos a
la plaza. Estarán allí descansando tras la dura jornada. Y nos fuimos a la
plaza, era una plaza universal con príncipes y princesas de todos los colores y
de todos los idiomas. ¿Y habitan en ese castillo que ahora está vacío, y todas
están dispuestas a darnos de merendar?
A lo mejor algún día,
cuando seas mayor encuentras una bella princesa de ojos verdes o negros y a lomo
de caballo os vais a lejanos países a vivir en otros castillos, quizás tan
encantados como el de Cartaya.
¡Quién sabe las vueltas que da la
vida! A lo mejor también tú tendrás que irte a tierras extrañas a ganarte el pan
de cada día….
El Rompido,
junio 2008
APRETADA FLORECE EN EL JARDÍN LA MALA ADORMIDER
Por Amalia Perianes
¿Y por qué he de ser mala?
Yo estaba cansada, ¡tan cansada! Y no veía salida por ninguna parte. Fui hasta ella, y la corté.
Su olor, su tacto… Era maravillosa.
En su corazón guardaba mi consuelo.
Mis suelos se alejaron, y mi cansancio se trocó en una dulce somnolencia.
He debido quedarme dormida. ¡Estaba tan cansada …!
Pero he debido dormir mucho tiempo, y muy profundamente, porque parece que me han tomado por muerto.
Esto donde estoy es un ataúd, no cabe duda.
He empujado la tapa con los pies, y ha cedido un poco; así que lo único que tengo que hacer es terminar de abrir y cavar hasta la superficie.
Aunque no tengo prisa ¡Se está tan bien aquí!
Este silencio, esta oscuridad son como un bálsamo.
Y he de coger fuerzas para cuando salga, y me enfrente otra vez al aturdimiento de la luz, y de la gente…
¡Otra vez a que me golpeen con sus pensamientos y a que entren en mi cerebro atormentado!
¡¡ Si pudiera evitarlo!!
Creo que voy a dormir otro rato.
Amalia Perianes
El Rompido, junio 2008
QUEMADAMANO
La maldita mano enrojecía por momentos.
Después de todo -se decía Carmen- ha sido a causa de mis buenos reflejos. Es para estar orgullosa, a mi edad.
Porque si la mano no hubiera sido más rápida que la vista, se habría dado cuenta de que su nieto no estaba debajo de la plancha cuando tiró del cable y le hizo caer.
-Se acabó el trabajar, el resto que lo planche tu madre. Nos vamos al parque.
Ella no tenía ganas de ir al parque, ni a ningún sitio. Pero Lucas estaba tan triste, tan aburrido…
Una vez allí, se alegró de su decisión.
A los jardines, bastantes deslucidos, les prestaba aquel día un color distinto un grupo de gitanos acodados en la barra del barecito, con sus niños correteando por todas partes.
- Señora, por la “por la voluntá “¿le digo la buenaventura ?
- Mira, Lucas, nos van a decir el futuro, ven, verás que bonito.
Lucas se acerca y contempla la escena desde su pedestal de cuatro años, con la solemnidad de un notario.
La gitana, entre tanto, va desganando de suerte de predicciones felices:
Larga vida, dinero, un marido estupendo, y termina con la mejor de todas:
“y tendrá usted muchos, muchísimos nietos “….
En ese momento, a Carmen se le encendió la luz de alarma:
¡Como que muchos nietos!
Y retiró la mano con tal ímpetu que, trastabrillando para no caer, acabó sentada sobre un macizo de margaritas.
El estupor de la gitana, y el aspecto de su abuela le resultaron a Lucas tan cómicos que comenzó a reír cantarinamente, su cabecita hacia atrás, el cuerpo estremecido, palmoteando.
Lucas se reía por primera vez aquella semana, y lo hacía con todo el cuerpo, con aquella risa que lavaba el alma, la mejor música, el más bello sonido.
¿Ves, Luquitas? Ya te dije que te iba a gustar. Anda, vámonos, que estará al llegar tu madre. Y tú, toma hijo, veinte duros. Te los has ganado.
El Rompido, julio de 2008(SIN TÍTULO)
Por Margarita Ramírez Montesinos
Llegaron de muy lejos los guitarristas, los guitarreros jóvenes, recién estrenados, acompañados de una gran muchedumbre que entonaban al compás de las guitarras bien templadas una canción de vida arrebatada y acelerada con la petulancia del ignorante y la osadía del temerario, limpios de recuerdos y de tradiciones de su pueblo.
Y no se daban cuenta que conforme iban avanzando el paraje se iba haciendo árido, la vegetación iba clareando, espinos y cactus sustituían a flores y a frondosos árboles. La hierba se marchitaba, tierra negra, luego arcillosa, luego arena.
Hasta que las cuerdas de las guitarras se rompieron desecadas, y la canción se tornó en suspiros, luego en estruendo, después en ruido.
Entonces los rostros desperados de la turba multa se decoloraron, se hicieron cetrinos, amarillos, pálidos. Las guitarras se quedaron calvas. Hambre, hambruna, sed, gritos desgarrados.
Y de repente, en medio del desierto, un oasis, y he aquí, que a paso lento, silencioso y acompasado hicieron su aparición las venerables abuelas, esposas y viudas de pescadoras de El Rompido... Todas sabias y expertas en los duros trabajos de la mar.
¿¡Cuántas desgracias y sufrimientos no han padecido!?, y como conocedoras de lo que había sido el hambre y la necesidad, iban acompañadas de una imponente procesión de marmitas de carne con tomate, ollas con puchero, cazuelas con papas fritas, aljibes de agua cristalina recién llovida.
Las guitarras recuperaron sus cuerdas, la muchedumbre su esperanza y sus canciones. La tierra recordó y volvió a verdear. Porque son ellas la memoria de El Rompido, y también las sabias pitonisas del futuro, ricas en la experiencia del pasado.
El Rompido, 11-06-2008